Unidad de Infarto Cerebral (Derrame)
Es fundamental acudir con prontitud a la sala de emergencias en caso de presentar los primeros síntomas de un evento cerebrovascular (ECV). Lo ideal es ser trasladado por un servicio de ambulancia o paramédico, ya que cada minuto cuenta para reducir el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación.
Un tratamiento temprano puede prevenir discapacidades graves e incluso salvar vidas. Síntomas como debilidad repentina en el rostro, brazo o pierna, dificultad para hablar, pérdida de visión o mareo deben ser tomados con extrema seriedad.
Actuar con rapidez y recibir atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y secuelas permanentes.
¿Qué hacer ante un ECV?
Actuar rápidamente ante un ECV es clave para reducir el daño cerebral y mejorar la recuperación. Un tratamiento oportuno permite:
• Disolver el coágulo en la arteria, restaurando el flujo sanguíneo.
• Revertir el déficit neurológico y minimizar el daño.
• Reducir secuelas y complicaciones, mejorando la calidad devida.
• Descartar sangrado cerebral, lo que ayuda a definir el tratamiento adecuado.
• Iniciar monitoreo en terapia intensiva, asegurando una vigilancia estricta.
• Comenzar la rehabilitación temprana, favoreciendo la recuperación funcional.
• Prevenir nuevos eventos cerebrovasculares o cardíacos con medidas de control.
• El tiempo es clave: recibir atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y secuelas permanentes.
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo de un evento cerebrovascular (ECV) son:
• Hipertensión arterial: Es el factor más importante; controlar la presión reduce significativamente el riesgo.
• Diabetes: Niveles altos de glucosa dañan los vasos sanguíneos.
• Colesterol alto: Puede provocar bloqueos en las arterias.
• Tabaquismo y alcohol: Fumar y beber en exceso aumentan la probabilidad de coágulos y presión alta.
• Obesidad y sedentarismo: Incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Alimentación poco saludable: Exceso de grasas, sodio y azúcares contribuye a la hipertensión y diabetes.
• Estrés y salud mental: Puede estar relacionado con mayor riesgo cardiovascular.
• Antecedentes familiares y enfermedades cardíacas previas aumentan la probabilidad de sufrir un ECV.
La prevención mediante hábitos saludables y chequeos médicos es clave para reducir el riesgo.
En Hospital Centro Médico, consideramos que la rehabilitación del paciente es una prioridad fundamental en su tratamiento. Por ello, en nuestro Departamento de Rehabilitación contamos con:
• Médico Fisiatra
• Fisioterapeutas certificados
• Psicólogo
• Terapista del lenguaje
• Equipo completo de gimnasio de rehabilitación
Cada tratamiento es personalizado, dependiendo de las capacidades afectadas después del ECV. La rehabilitación incluye:
• Movimientos pasivos para mantener amplitud articular.
• Movimientos activos para mejorar la fuerza muscular
• Estimulación eléctrica funcional para reentrenar el músculo.
• Terapia ocupacional para recuperar capacidades de actividades de la vida diaria.
• Mecanoterapia
• Ambulación en diferentes planos
• Apoyo psicológico tanto para el paciente como para la familia más cercana.
• Terapia del lenguaje o la deglución si se ve afectada.